En la zona kárstica de Balzola, innumerables cuevas y galerías forman un laberinto subterráneo. Nuestros antepasados nómadas recurrían a estas cuevas en busca de refugio. Hasta el momento, se han encontrado restos de estas ocupaciones en al menos 3 lugares: Axlor y Baltzola 1 y 2.

​

Una de estas cuevas es Axlor, conocida por los vecinos como LEORPE, un hueco medio oculto bajo la peña de Urragi. La encontrarás siguiendo este camino, protegida por una valla de hierro. 

​

El yacimiento fue descubierto por el arqueólogo vasco José Miguel de Barandiaran en 1932, quien desarrolló campañas de excavación entre 1967 y 1974.

​

Los trabajos de excavación y estudio se retomaron en el año 2000, de la mano de Jesus González-Urquijo, con un proyecto de investigación en torno al yacimiento que sigue "vivo" (Proyecto Axlor XXI, IIIPC-UC).

​

La investigación que se desarrolla aborda  dos objetivos principales, por un lado, establecer el marco ambiental y cronológico del paleolítico medio en el entorno de Gorbeialde y, por otro, reconstruir las formas de vida de las poblaciones neandertales que habitaron la cueva a lo largo de más de 50.000 años: organización social y económica, capacidades cognitivas y comportamientos simbólicos, entre otras.

​

El yacimiento de Axlor conserva una larga secuencia estratigráfica de época neandertal que, gracias a los trabajos de investigación, podemos situar entre 100.000 y 50.000 años, aproximadamente.

​

Fruto de estas investigaciones se han recuperado y estudiado miles de restos arqueológicos asociados a la vida de estas poblaciones antiguas: los útiles de piedra que fabricaban y con los que trabajaban, los animales que cazaban (caballos, ciervos, bisontes, etc.), evidencias de los fuegos que utilizaban, etc. En Axlor se han recuperado también restos de los propios neandertales, sobre todo dientes, varios de ellos de niños. Estos son los restos humanos más antiguos que se conocen en Bizkaia.